Libertadores. Un gol de Gualberto Mojica en la primera parte del duelo dio a Oriente Petrolero una merecida victoria en el Tahuichi en el choque de ida ante Nacional, de Uruguay. La revancha será el 4 de febrero; hay ilusión por avanzar
M. Cambará - R. Callaú - El Deber
Oriente Petrolero comenzó a lo grande en esta edición de la Copa
Libertadores de América. La victoria de ayer por 1-0 sobre Nacional de
Uruguay en el Tahuichi fue merecida, la buscó desde el inicio y la
encontró producto de una entrega que hacía tiempo no se le veía. El
golazo de Gualberto Mojica tras gran habilitación del español Juan Quero
fue el corolario de un partido redondo en el que el local demostró sus
ambiciones pese a los quilates del rival.
El triunfo tuvo pilares clave entre los que sobresale la
firmeza de Ronald Raldes y el coraje de Yasmani Duk, con quienes se
complementó muy bien Mojica, con su tranco largo y su capacidad para
definir, que permitieron al equipo de Tabaré Silva ilusionarse. La
revancha está marcada para el martes 4 de febrero en Montevideo. Lo de
Nacional fue pobre, es más, de no haber sido por el arquero Gustavo
Munúa la diferencia pudo ser mayor.
En el partido, salió Oriente airoso en esa etapa inicial en la que fue
dueño de la pelota, con presión y salida rápida, con aplomo en la última
línea con un Ronald Raldes impecable y con Yasmani Duk a puro coraje
para apretar en ofensiva. Eso sí, lo mejor del equipo local en esa etapa
estuvo por izquierda, donde Marvin Bejarano fue un aluvión y donde
Mojica y Juan Quero encontraron una sociedad que no soltaron.
El local pudo haberse puesto en ventaja a los 13’ a través de Duk, que logró arrebatarle el balón tras un resbalón de De los Santos, pero en el mano a mano con el meta Gustavo Munúa, el boliviano perdió. El público desde ese instante creyó que se podía y contagió de ese optimismo al plantel. Las arremetidas charrúas se resumieron solo en esporádicos remates de Gonzalo Ramos tras faltas cerca de Arias.
Oriente había hecho méritos y a los 32’ el estadio explotó. Tras una salida limpia desde atrás de Raldes para Zabala, este habilitó a Duk, cuyo remate cruzado acabó por la izquierda. Pero la pelota no se fue, la tomó Quero y el pequeño volante español tras sacarse al lateral Pablo Álvarez, metió la pelota al centro y vino el zapatazo cruzado de Gualberto Mojica. Golazo para el 1-0 y celebración eufórica de los hinchas.
Esa dinámica acompañada del pleno desgaste físico del equipo siguió cuando Quero (40’) volvió a penetrar por izquierda, pero esta vez su centro al corazón del área encontró a Duk muy recostado por derecha. Oriente finalizaba una primera parte a tope, sin mezquinar la pierna y sacando fuerzas de donde no había. Pero faltaba el complemento y el técnico Silva sabía que no iba a ser fácil por el despliegue hecho.
Control y aguante
Oriente quiso más apenas se reinició el juego; había que explotar al máximo las energías que aún quedaban. El ‘Gato’ Zabala por derecha fue un puñal para los uruguayos y a los 49’ le metió un espectacular balón cruzado para Mojica que solo frente al portero Munúa, le pegó de lleno pero el arquero logró tapar. Esa jugada anunció a Nacional que no se iban a meter atrás, que el objetivo era buscar el segundo de entrada.
Gerardo Pelusso, el técnico de la visita, ya había mandado a la cancha a Cruzado y Pereiros, dos hombres desequilibrantes y de buen porte físico, pero atrás el capitán Raldes era una muralla y se complementó muy bien con Mariano Brau que no desentonó. Aparte, cada vez que Carlos Arias fue exigido, respondió con la solvencia que siempre tuvo.
Después del primer cuarto de hora, Nacional adelantó líneas, más que por mérito propio fue por el desgaste físico de jugadores clave como Duk, Zabala y Meleán. El técnico intentó mantener el ritmo con la inclusión de Rodrigo Vargas por el ‘Gato’ y de Fernando Saucedo por Duk, esto le permitió una salida limpia a Scotti y De los Santos ya que Yasmani los tuvo a mal traer.
Poco antes, a los 61’ y 62’, Alonso avisó con jugadas de riesgo, una de cabeza y otra con un remate cruzado que puso los pelos de punta a los miles de hinchas apostados en las gradas del Tahuichi. Era evidente que el bajón físico se sentía pero había que intentar. Y Vargas mostró el camino (64’) en un arranque por izquierda y tras buena combinación con Marvin Bejarano por poco termina en gol luego de un centro que encontró a Duk mal parado.
El público intentó empujar con aplausos y gritos de aliento pero el desgaste era evidente. Nacional tuvo un par de opciones más en las que Alonso fue el protagonista, pero Raldes o Brau aparecieron a tiempo para cerrarlo. De ahí hasta el final fue solo aguantar, porque durante gran parte de esa etapa fue de la visita, aunque sin la precisión ni la convicción que se esperaba.
Al final fue victoria albiverde, corta en el resultado, pero alentadora para la parcialidad que hoy se ilusiona con avanzar a la siguiente fase. Si lo hace ingresará a la fase de grupos donde ya están Newell’s Old Boys, Gremio y Atlético Nacional. La ilusión está viva
RALDES IMPUSO SU CLASE Y EXPERIENCIA
El local pudo haberse puesto en ventaja a los 13’ a través de Duk, que logró arrebatarle el balón tras un resbalón de De los Santos, pero en el mano a mano con el meta Gustavo Munúa, el boliviano perdió. El público desde ese instante creyó que se podía y contagió de ese optimismo al plantel. Las arremetidas charrúas se resumieron solo en esporádicos remates de Gonzalo Ramos tras faltas cerca de Arias.
Oriente había hecho méritos y a los 32’ el estadio explotó. Tras una salida limpia desde atrás de Raldes para Zabala, este habilitó a Duk, cuyo remate cruzado acabó por la izquierda. Pero la pelota no se fue, la tomó Quero y el pequeño volante español tras sacarse al lateral Pablo Álvarez, metió la pelota al centro y vino el zapatazo cruzado de Gualberto Mojica. Golazo para el 1-0 y celebración eufórica de los hinchas.
Esa dinámica acompañada del pleno desgaste físico del equipo siguió cuando Quero (40’) volvió a penetrar por izquierda, pero esta vez su centro al corazón del área encontró a Duk muy recostado por derecha. Oriente finalizaba una primera parte a tope, sin mezquinar la pierna y sacando fuerzas de donde no había. Pero faltaba el complemento y el técnico Silva sabía que no iba a ser fácil por el despliegue hecho.
Control y aguante
Oriente quiso más apenas se reinició el juego; había que explotar al máximo las energías que aún quedaban. El ‘Gato’ Zabala por derecha fue un puñal para los uruguayos y a los 49’ le metió un espectacular balón cruzado para Mojica que solo frente al portero Munúa, le pegó de lleno pero el arquero logró tapar. Esa jugada anunció a Nacional que no se iban a meter atrás, que el objetivo era buscar el segundo de entrada.
Gerardo Pelusso, el técnico de la visita, ya había mandado a la cancha a Cruzado y Pereiros, dos hombres desequilibrantes y de buen porte físico, pero atrás el capitán Raldes era una muralla y se complementó muy bien con Mariano Brau que no desentonó. Aparte, cada vez que Carlos Arias fue exigido, respondió con la solvencia que siempre tuvo.
Después del primer cuarto de hora, Nacional adelantó líneas, más que por mérito propio fue por el desgaste físico de jugadores clave como Duk, Zabala y Meleán. El técnico intentó mantener el ritmo con la inclusión de Rodrigo Vargas por el ‘Gato’ y de Fernando Saucedo por Duk, esto le permitió una salida limpia a Scotti y De los Santos ya que Yasmani los tuvo a mal traer.
Poco antes, a los 61’ y 62’, Alonso avisó con jugadas de riesgo, una de cabeza y otra con un remate cruzado que puso los pelos de punta a los miles de hinchas apostados en las gradas del Tahuichi. Era evidente que el bajón físico se sentía pero había que intentar. Y Vargas mostró el camino (64’) en un arranque por izquierda y tras buena combinación con Marvin Bejarano por poco termina en gol luego de un centro que encontró a Duk mal parado.
El público intentó empujar con aplausos y gritos de aliento pero el desgaste era evidente. Nacional tuvo un par de opciones más en las que Alonso fue el protagonista, pero Raldes o Brau aparecieron a tiempo para cerrarlo. De ahí hasta el final fue solo aguantar, porque durante gran parte de esa etapa fue de la visita, aunque sin la precisión ni la convicción que se esperaba.
Al final fue victoria albiverde, corta en el resultado, pero alentadora para la parcialidad que hoy se ilusiona con avanzar a la siguiente fase. Si lo hace ingresará a la fase de grupos donde ya están Newell’s Old Boys, Gremio y Atlético Nacional. La ilusión está viva
RALDES IMPUSO SU CLASE Y EXPERIENCIA
No por nada Ronald Raldes es el capitán de la selección y no por nada el técnico Tabaré Silva le confió anoche el cintillo que en el torneo anterior era de Miguel Hoyos. Raldes demostró su vigencia y su experiencia para dar seguridad a la defensa, con salidas claras desde el fondo y en la marcación cuerpo a cuerpo prácticamente fue una barrera.
No está en la plenitud de sus condiciones físicas pero aún así fue una de las figuras consulares del partido. “La verdad es que todos aportamos, el equipo estuvo muy bien”, declaró el número 16 del equipo refinero.
Mantiene intacta esa calidad que lo llevó por varios países. Oriente confió en sus condiciones técnicas y anoche el hincha lo premió con aplausos en cada una de sus intervenciones.
Raldes no solo cumplió en la marca y en la salida, sino que le dio firmeza y fue el caudillo que Oriente buscaba. Desde el fondo el ex-Rosario Central y Colón, entre otros equipos, demostró que el que sabe, sabe.
LOS TÉCNICOS
“Muy satisfecho porque tuve un equipo muy solidario. Salió todo, y quizás se pudo haber concretado algunos goles más”
Tabaré Silva - Oriente Petrolero
“Fue un justo resultado. No puede ser que juguemos dos tiempos diferentes. En el primer tiempo dimos muchas ventajas”
Gerardo Pelusso - Nacional
“Fue un justo resultado. No puede ser que juguemos dos tiempos diferentes. En el primer tiempo dimos muchas ventajas”